El término glaucoma proviene del griego γλαύκωμα (pr.glaýkoma). Está formado por el adjetivo γλαυκός , γλαυκή, γλαυκόν (pr.glaykós, glayké, glaykón), cuyo significado es claro, brillante, resplandeciente, referidos al verde azulado y ω-μα (pr.o-ma) que significa resultado de un proceso. Puede considerarse, entonces como el concepto original de esta palabra el verde azulado que se da en el proceso de la afección.
Clase: sustantivo, femenino, singular.
Definición de glaucoma
La Real Academia Española da como definición “enfermedad del ojo, caracterizada por el aumento de la presión intraocular, dureza del globo del ojo, atrofia de la papila óptica y ceguera”.
También se lo puede definir como “trastorno caracterizado por la elevación de la presión intraocular secundaria a la obstrucción del flujo de salida del humor acuoso. El glaucoma agudo (de ángulo cerrado o de ángulo estrecho) se produce si la pupila de un ojo con un ángulo estrecho entre el iris y la córnea se dilata excesivamente, lo que hace que el iris replegado bloquee la salida del humor acuoso desde la cámara anterior. […] Se acompaña de dolor ocular extremo, visión borrosa, ojo rojo y pupila dilatada. Si no se trata, produce una ceguera completa y permanente al cabo de 2-5 días. El […] crónico (de ángulo abierto o de ángulo ancho) es […] a menudo, bilateral; se desarrolla lentamente y está determinado genéticamente. Se cree que la obstrucción se produce en el conducto de Schlemm.[…] Puede ser asintomático, salvo por una pérdida gradual de la visión periférica a lo largo de los años. A veces existe cefalea, visión borrosa y dolor sordo en el ojo. La exploración oftalmoscópica puede revelar unas papilas ópticas excavadas. La presencia de halos alrededor de las luces y la ceguera central son manifestaciones tardías. Ambos tipos de glaucoma presentan una elevada presión intraocular […] (Diccionario Mosby – Medicina, Enfermería y Ciencias de la Salud).
Ejemplos de uso y frases
“En un examen oftálmico, se le descubrió glaucoma en el ojo derecho”. Aquí se aplica a la detección de la enfermedad.
“Además de medicación, el médico le ha recomendado realizar una trabeculoplastia con láser para el problema de glaucoma que lo aqueja hace tanto tiempo”. Se refiere en este caso a un posible tratamiento quirúrgico.
“Para su graduación universitaria ha presentado un trabajo sobre la patología de los distintos tipos de glaucomas”. En este ejemplo se usa con el sentido de la clasificación de este mal.
Síntomas glaucoma
El denominado de ángulo abierto, suele aparecer entre los mayores de 55 años, diabéticos o miopes, en su primer tiempo, no tiene síntomas obvios. Pero a medida que esta enfermedad avanza produce más daño, ya que se forman puntos ciegos en la visión lateral periférica. Estos puntos pueden no notarse hasta que el nervio óptico ya esté muy dañado, inclusive si se deja avanzar, puede terminar en ceguera. Como es factible su tratamiento y si es detectado tempranamente, se puede conservar la visión, es muy importante un examen ocular periódico con un oftalmólogo.
En cambio, el efecto del llamado de ángulo cerrado es que el ángulo de drenaje se bloquee, causando un ataque. En este caso la sintomatología es: enrojecimiento y dolor severo en los ojos o en la frente; disminución de la visión; visión de arco iris o halos; dolor de cabeza, náusea, vómito.
Se considera que quienes tienen glaucoma de tensión normal pueden tener una presión ocular dentro de los rangos normales, pero sin embargo tener algunos síntomas como puntos ciegos en su campo de visión y daño del nervio óptimo.
Existen algunas personas que pueden no tener ningún síntoma de esta patología pero sin embargo tener hipertensión ocular, o sea una presión más alta de lo normal. Estos pacientes son quienes deben ser evaluados cuidadosamente por un oftalmólogo ya que tienen una posibilidad de desarrollar este mal.
Tratamiento glaucoma
En el caso del primario o de ángulo abierto se puede controlar con medicación tópica o con cirugía láser, o una implantación valvular que facilite el drenaje.
Para el de ángulo cerrado, el tratamiento recomendado es la utilización de láser, aunque si es crónico también va a requerir la aplicación de fármacos tópicos.
Para ambos casos es común el uso de gotas para los ojos o de pastillas para el tratamiento. Existen otros medicamentos que ayudan a drenar el líquido del ojo bajando así la presión. En general este tipo de medicación se toma o se usa varias veces al día. Como esta enfermedad en muchos casos no tiene síntomas, se recomienda a los pacientes que aun no teniéndolos, si se les ha diagnosticado esta enfermedad no dejen de usar los remedios ya que su uso regular es muy importante.
La cirugía con láser o trabeculoplastia con láser ayuda a que drene el líquido del ojo. Hay que tener en cuenta no obstante, que aun llevando adelante este proceso, en muchos casos se necesita que se prosiga con los medicamentos luego de la operación.
Esta cirugía se realiza en el consultorio del oftalmólogo o en una clínica oftalmológica. Antes de hacérsela se colocan unas gotas para adormecer el ojo. Y mientras el paciente está sentado frente a la máquina de láser, el oculista sostiene un lente especial delante del ojo. Así un rayo de luz de alta intensidad se dirige al lente y éste lo refleja dentro del ojo. El paciente ve destellos de luces verdes o rojas. El láser produce quemaduras a distancias iguales, que agrandan las aperturas de filtración en la malla del ojo y esto ayuda al drenaje del líquido.
La cirugía convencional realiza una nueva apertura para que el líquido pueda salir del ojo. Este tipo de cirugía se realiza cuando tanto los medicamentos como la cirugía láser no han podido controlar la presión del ojo. Esta cirugía se realiza en una clínica u hospital. Al paciente se le dan medicamentos para relajarse y se le ponen pequeñas inyecciones alrededor del ojo para adormecerlo. Consiste en sacar un pedazo pequeño de tejido del ojo para crear un nuevo canal por el cual drene el líquido del ojo.
Es eficaz en un 60 a 80% para la reducción de la presión, sin embargo puede ocurrir que el drenaje se obstruya y se necesita una segunda operación. Esta cirugía puede causar efectos secundarios incluso cataratas, problemas en la córnea, e inflamación e infección dentro del ojo.
Ambas cirugías, la láser y la convencional se realizan en un solo ojo a la vez. De esta manera, en el caso de operación de ambos ojos, ésta se realiza con un intervalo entre cuatro a seis semanas entre un ojo y otro.